La Paz es una ciudad terriblemente apasionada, llena de emociones, no sólo por la diversidad que se puede encontrar a cada paso, es una ciudad que a pesar de su bulla permanente, el ruido ensordecedor, es una ciudad con magia que sorprende a cada instante.
Quizá sin querer me ata desde siempre y quizá también por eso no me retiene para que no deje de percibir su brillo.
Pero Manuel Monrroy sintetiza de mejor manera este amor por esta hermosa ciudad... "La Paz mi ciudad".
Dicen que cumples no sé cuantas letras...