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Mostrando entradas de junio, 2015

LA FOTOGRAFÍA QUE VENCE AL PASADO PARA SER UN PRESENTE INTERMINABLE

Con cariño y afecto para mi familia Calvo - Vásquez Siempre fui un fisgón de alegrías, de cinismos y de mentiras Recuerdo que los estudios fotográficos exponían en sus vitrinas fotos de matrimonios, graduaciones, bautizos, elección de reinas de belleza, equipos de fútbol, ch’allas y cuánta celebración se producía en la ciudad de Potosí. Los rostros vidriosos parecían reventar, y claro, no faltaban los inoportunos que se colaban en las fotos estirando el cuello o contorsionando el cuerpo, también no estaban ausentes los distraídos que haciendo gala de su prisa entraban al cuadro como el viento, el sol y lluvia. Hallaba en cada foto muecas, lágrimas que disimulaban sus grietas, zapatos rotos que se ocultaban entre la multitud, chalinas deshilachadas, cabellos desordenados, vestidos transparentes, corbatas que retenían forzadamente los pedazos de torta, masetas fracturadas, puertas entreabiertas y sillas rotas en un rincón de la plaza; ahí estaban -haciéndome desp

MI QUERIDO LUKAS

Te dejo partir a pesar que este insistente corazón promete esperar Tu sombra dejó un recipiente de olores a los que cuido y apapacho todas las mañanas El tejado ya no transpira para permitir seguir las huellas que dejaste esa madrugada de junio. Mi ventana permanece abierta por si te animas a tranquilizar a este despertar que cree verte Llegar. Quiero descubrir tus silencios, así dar sentido a este retiro que sin ti poco o nada importa. No olvides que la puerta está sin cerrojos, no olvides que mi abrazo se mantiene despejado. Lindo fuera que estas lágrimas sirvan para llamarte, cuan señales secretas Estas lágrimas que agradecen tu cariño desmedido Ese que ahora decidió viajar. Para mi querido Lukas

ENCUENTRO

La vida es un encuentro, detenerse y dejarse sorprender, …así es, que mejor alegría que descubrir la belleza de la vida en una simple sonrisa, darse cuenta que es fácil vivir, que es fácil lograr ser libre y alcanzar la paz, que es fácil hallar la ingenuidad, la que es nada, la que es todo. S u silbido trepó aquellos viejos árboles, mientras se entretenía raspando los rincones de esa mañana que aun tenía rostro de feriado. Me detuve a observar a ese pequeño señor que encorvaba a su mundo y se divertía jugando con los papeles y las hojas caídas, sin perder de vista al agudo silbido. Cuando el sol chocó con sus manos, procuró que su rostro alce vuelo y su simple sonrisa respondió a quien desde el frente le gritaba y le preguntaba por el frío y el escaso pan, él, sin decir nada, volvió a sonreír levantando polvo con su pequeña y desordenada escoba, de quien se sostenía para no perder el rumbo de la solitaria acera. Javier Calvo Junio del año 2015