Este silencio intimida y provoca, se deja ver desde mis miedos. Escucho caer a las hojas que musitan con la muerte y se arrastran con el olvido. La eternidad secuestró a mi calle que hizo de la sombra un lugar sin fronteras y de la luz el refugio del tiempo. Transcurre la noche y son las mismas hojas que distraen a mi gato, entre tanto su gélido aliento empaña la ventana. Javier Calvo Julio 2020