Gracias querido hijo, porque sí eres mi hijo, no cabe duda. Mi eterno compañero, el que me esperaba detrás de la puerta, el que lloraba de emoción al verme, aunque haya pasado cinco minutos de mi ausencia. gracias querido luchito por el amor que me regalaste. Hoy mi corazón está destrozado, tu respiración aún resuena en mí, tu mirada de amor, esa que solo tú sabías dar. Te amo mi querido hijo. Te confieso que me siento muy solo sin ti, quiera decirte tantas cosas, pero solo atino a llorar