-Estoy muy cansada -dijo Ivonne- sorbió despacio el café con leche, protegió la tasa de colores con las dos manos y acercó la frente al delgado vapor que no alcanzó rozar sus ojos cerrados. La ciudad permaneció bloqueada durante la semana. Los estudiantes se enfrentaron con los policías en el Prado, más arriba, por la Pérez, los comerciantes se agarraron a puñetes con los soldados de la Naval y los profesores se crucificaron en las pasarelas de la Montes. Por la Socabaya y la Mercado, los universitarios fueron gasificados y detenidos por la seguridad de Palacio. En eso, se escuchó el estallido de petardos y dinamitas, los vecinos de El Alto, los mineros de Colquiri y Huanuni bajaban por la Autopista. Los comerciantes de la Uyustus, la Buenos Aires, la Tumusla y la Max Paredes cerraron sus puestos hace siete días, nadie pasa por las barricadas que construyeron con piedras, mesas, adobes, sillas y garrafas. Desde las ventanas del Monoblock de la UMSA se echó agu...