Es insoportable continuar así, yendo y volviendo, llegar y partir y maldita sea, saber que en algún momento habrá que dormir y perder durante largas horas la oportunidad de conocer nuevas cosas, contradictoriamente, sin embargo, a veces, cuando están entumecidos los dedos por tanto cambiar de canal, oscurecido entre las redes del Internet y absurdamente encerrado entre las mismas canciones, entonces es necesario dormir. Ese tipo de cojudos problemas se repiten de cuando en cuando y están siempre presentes haciendo recuerdo antiguas agonías las que ni el matrimonio, ni los hijos y menos el trabajo pueden aislar, quizás de alguna forma está malvada atmósfera sea la responsable para sentirse aún joven y con la suficiente capacidad de vivir paralelamente con el mismo cuerpo. Hace algunos días Franz Flores publicó una interesante nota en su blog titulado “Albert Camus a más de 4.000 metros”, hace recuerdo al personaje de una de sus obras claves de la literatura universal, El extranjero, rec...