La campaña electoral ha comenzado y con ella toda la parafernalia mediática acompañada por encuestas que tienen el objetivo de posesionar a candidatos en el primer o último lugar. Ese el poder de las encuestas, forzar legitimidades, crear incertidumbre, convertir a la acción política en simple tendencia estadística.
El país está confrontado por la construcción de un tipo de Estado, lucha discursiva que no permite definir un futuro para Bolivia, pero ojalá que la campaña electoral visibilice la lucha de ideas con debates enriquecedores y no palabrerías que al final no dicen nada.
Esta lucha mediática -manifestada con mayor fuerza desde que Evo Morales llegó al gobierno- sólo revivió odios ocultos y broncas retenidas, pero ahora los políticos de la oposición y del oficialismo tienen la oportunidad de hacer política de verdad, es decir, ofertar ideología, demostrar en la mesa porque es necesario retomar las políticas de libre mercado y porque para otros es mejor empujar lo que ellos denominan “Proceso de cambio”, pero si no nos explican de un lado y del otro, será lo mismo de lo que hemos escuchado desde el 21 de enero del 2006, los del MAS con su todo o nada y los otros apelando a los miedos, a la sobresaturación de los conceptos de democracia y legalidad, elementos perdidos en la demagogia y la abstracción.
Gran parte de los medios privados de comunicación han asumido la línea legítima de oposición a las acciones del gobierno, pero lo que molesta es que su posición la disfracen con el rótulo de imparcialidad “periodismo serio”. Raya en la vergüenza su falta de imaginación para ser y hacer un periodismo crítico, son tan obvias sus preguntas, tan patéticas sus ediciones y es tan excesivo su cinismo al momento de estructurar las noticias, ojala en este tiempo de campaña puedan hacer un periodismo de oposición más inteligente, menos cínico y que si quieren demostrar que el evismo es una porquería haganlo con ideas y no con métodos extraídos de la guerra fría, hoy es otro tiempo, hoy somos menos tontos y hoy existe el control remoto, es necesario que sepa este tipo de periodismo que estamos cansados de escuchar lo que a veces deseamos, …hoy necesitamos escuchar algo nuevo.
Y qué decir de los medios estatales que se pasan de aburridos y de tontos, porque no hay otro concepto para definir a estos señores que creen que están en 1952 o en tiempo de la dictadura banzerista, donde todo era propaganda barata, ese tiempo en que no importaba convencer porque era más poderosa la metralla, pero hoy con tantas cosas que hemos pasado no nos dejamos convencer con un par de chocolates.
En TVB no saben ni mentir, tal vez incluso en algún momento dicen la verdad pero dicen de tal manera que es imposible creerles, no hay capacidad creativa en estos medios estatales. Si quieren convencer que las políticas y acciones del gobierno son las correctas, dejen de entrevistar a los dirigentes del MAS, dejen a la propaganda que dice medias verdades. Hay un periodista de TVB que conduce un programa a la media noche, parece más un dirigente sindical que un comunicador social, insulta, miente, pregunta lo que el entrevistado desea escuchar, si de él dependiera seguro se agarraría a puñetes con los políticos de la oposición. La información que presenta TVB sólo es un panfleto similar a los que producían los trosquistas (lleno de adjetivos y consignas). Lastimosamente hasta sus buenos programas culturales (que es lo mejorcito en TVB) no escapan a la tentación de quedar bien con el gobierno.
El periodismo panfletario es de ida y vuelta, la información democrática plural y respetuosa ha desaparecido en Bolivia, hoy prima la espectacularización de la noticia, el show que remplaza a las ideas, la intriga, el miedo, la desconfianza, la mentira, la anarquía periodística encabezada por los señores Valverde y Peñalosa.
Así están los medios, empujándonos en esta campaña permanente de caprichosa confrontación. Esta escenificación de lo absurdo nos está llevando a todos a la escena para asumir el libreto bélico creyendo que esta guerra es de verdad, mientras los medios y los políticos se matan de risa y se llenan los bolsillos ¿acaso no es verdad que el gran negocio de todos los tiempos es crear guerras? La historia boliviana está llena de ejemplos.
Quizá les parezca amarillista esta nota, un tira bombas y nada más, quizá sea verdad, pero esta terca tentación de escribir sobre la política y el periodismo boliviano me llevaron a reventar una vez más, espero que las ganas de tratar estos temas queden en algún bar o en las conversaciones de oficina y no ensucien nunca más a este “deretiro”.
El país está confrontado por la construcción de un tipo de Estado, lucha discursiva que no permite definir un futuro para Bolivia, pero ojalá que la campaña electoral visibilice la lucha de ideas con debates enriquecedores y no palabrerías que al final no dicen nada.
Esta lucha mediática -manifestada con mayor fuerza desde que Evo Morales llegó al gobierno- sólo revivió odios ocultos y broncas retenidas, pero ahora los políticos de la oposición y del oficialismo tienen la oportunidad de hacer política de verdad, es decir, ofertar ideología, demostrar en la mesa porque es necesario retomar las políticas de libre mercado y porque para otros es mejor empujar lo que ellos denominan “Proceso de cambio”, pero si no nos explican de un lado y del otro, será lo mismo de lo que hemos escuchado desde el 21 de enero del 2006, los del MAS con su todo o nada y los otros apelando a los miedos, a la sobresaturación de los conceptos de democracia y legalidad, elementos perdidos en la demagogia y la abstracción.
Gran parte de los medios privados de comunicación han asumido la línea legítima de oposición a las acciones del gobierno, pero lo que molesta es que su posición la disfracen con el rótulo de imparcialidad “periodismo serio”. Raya en la vergüenza su falta de imaginación para ser y hacer un periodismo crítico, son tan obvias sus preguntas, tan patéticas sus ediciones y es tan excesivo su cinismo al momento de estructurar las noticias, ojala en este tiempo de campaña puedan hacer un periodismo de oposición más inteligente, menos cínico y que si quieren demostrar que el evismo es una porquería haganlo con ideas y no con métodos extraídos de la guerra fría, hoy es otro tiempo, hoy somos menos tontos y hoy existe el control remoto, es necesario que sepa este tipo de periodismo que estamos cansados de escuchar lo que a veces deseamos, …hoy necesitamos escuchar algo nuevo.
Y qué decir de los medios estatales que se pasan de aburridos y de tontos, porque no hay otro concepto para definir a estos señores que creen que están en 1952 o en tiempo de la dictadura banzerista, donde todo era propaganda barata, ese tiempo en que no importaba convencer porque era más poderosa la metralla, pero hoy con tantas cosas que hemos pasado no nos dejamos convencer con un par de chocolates.
En TVB no saben ni mentir, tal vez incluso en algún momento dicen la verdad pero dicen de tal manera que es imposible creerles, no hay capacidad creativa en estos medios estatales. Si quieren convencer que las políticas y acciones del gobierno son las correctas, dejen de entrevistar a los dirigentes del MAS, dejen a la propaganda que dice medias verdades. Hay un periodista de TVB que conduce un programa a la media noche, parece más un dirigente sindical que un comunicador social, insulta, miente, pregunta lo que el entrevistado desea escuchar, si de él dependiera seguro se agarraría a puñetes con los políticos de la oposición. La información que presenta TVB sólo es un panfleto similar a los que producían los trosquistas (lleno de adjetivos y consignas). Lastimosamente hasta sus buenos programas culturales (que es lo mejorcito en TVB) no escapan a la tentación de quedar bien con el gobierno.
El periodismo panfletario es de ida y vuelta, la información democrática plural y respetuosa ha desaparecido en Bolivia, hoy prima la espectacularización de la noticia, el show que remplaza a las ideas, la intriga, el miedo, la desconfianza, la mentira, la anarquía periodística encabezada por los señores Valverde y Peñalosa.
Así están los medios, empujándonos en esta campaña permanente de caprichosa confrontación. Esta escenificación de lo absurdo nos está llevando a todos a la escena para asumir el libreto bélico creyendo que esta guerra es de verdad, mientras los medios y los políticos se matan de risa y se llenan los bolsillos ¿acaso no es verdad que el gran negocio de todos los tiempos es crear guerras? La historia boliviana está llena de ejemplos.
Quizá les parezca amarillista esta nota, un tira bombas y nada más, quizá sea verdad, pero esta terca tentación de escribir sobre la política y el periodismo boliviano me llevaron a reventar una vez más, espero que las ganas de tratar estos temas queden en algún bar o en las conversaciones de oficina y no ensucien nunca más a este “deretiro”.
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