| Campamento Pailaviri Potosí. Foto: Javier Calvo |
Querida Lili:
Son las seis de la tarde, acabo
de llegar a la casa.
Tranqué la puerta con la misma la
piedra que trajiste una noche desde la plaza; aun así, el viento la intenta
abrir. No sé de dónde ingresa la brisa helada que hace temblar el foco y a las
ventanas reforzadas con plastoformo. Sabes, el silbido agudo del viento me recuerda
al gato que cuando duerme en tu cuello, suspira como si expulsara ecos agónicos.
Desde hace rato intento ordenar
mis ideas para contarte lo que aquí sucede, pero no logro concentrarme porque la
radio Pio XII, de rato en rato, interrumpe el programa de música romántica para
informar sobre el desarrollo del ampliado del Sindicato de Trabajadores Mineros
de Siglo XX, dicen que es inminente la huelga general indefinida para exigir el
salario mínimo vital con escala móvil.
Llegaron de La Paz los dirigentes
de la COB para explicar a los trabajadores de Catavi y Siglo XX la situación
política del país y las demandas del pliego petitorio. Esta mañana pusieron una
pizarra en la puerta del sindicato con el Orden del día, me llamó la atención
el último punto subrayado con tiza roja, decía “las amas de casa deben cocinar
la cena para los dirigentes y los funcionarios públicos (entre ellos yo) están
obligados a distribuir coca y cigarrillos.
En la plaza me encontré con Filemón
Escobar, ¿te acuerdas de él? Nos
presentó en La Paz tu amigo periodista de Presencia, te pusiste incómoda por el
humo de su cigarro Astoria, él se dio cuenta, pero no le importó; aquella vez,
ya nos dijo que, si el presidente Siles no cogobernaba con los trabajadores,
era inminente su caída, porque solo la COB podría garantizar la paz social.
Mira que tenía razón, el MIR se salió del gobierno, en el parlamento la derecha
lo estrangula, en las calles todos los días hay marchas de protesta y los
campesinos bloquean las carreteras.
La pulpería de la COMIBOL está
vacía, en el mercado a veces llega carne de cordero, algunas verduras y papa, cada
día el precio es distinto; hace una semana el kilo de carne costaba 50 pesos,
hoy vendieron a 150, pero para comprar hay que hacer fila desde las cuatro de
la mañana. El pan costaba cuatro por un peso, hoy, por ese mismo peso, solo te
dan dos. La única panadería de este pueblo recibe una vez al mes cinco
quintales de harina y una lata de manteca, eso alcanza para veinte días. Hay
que hacer fila desde las tres o cuatro de la mañana, la alcaldía determinó que vendan ocho panes por familia y a las
personas que viven solas nos venden tres;
claro, a veces ni eso puedo comprar porque se termina rápido; por ejemplo, hoy,
justo cuando llegué hasta la puerta de la panadería, la cerraron torpemente y
gritaron “¡ya no hay pan!”, comenzamos a putear y patear la puerta porque todos
vimos que por lo menos había dos canastas llenas, la gente decía que las
ocultan para vender más caro a los ingenieros. A pesar de las mil maldiciones
lanzadas contra los panaderos, no tuvimos otro remedio que retirarnos. Otro día
sin pan, felizmente tengo un poco de harina de trigo que me mandaste, con eso
preparo phiri.
Chao Lili, cuídate por favor, la
situación está muy fea, me preocupa que cuando estés en las marchas te pase
algo; conociéndote, eres capaz de golpear a cuanto policía intente poner freno
a tu irascible carácter. Respira, respira, intenta no salir de la casa cuando
las calles estén convulsionadas, … cierra la ventana del cuarto, enciende la
grabadora y escucha a todo volumen a Litto Nebbia y canta como cuando lo
hacíamos juntos… Necesito que digas que me quieres y así podré ser libre, ser libre de verdad.
Querida Lili:
No sé nada de ti, ¿Cómo estás?
Quisiera recibir una señal. Por culpa del bloqueo de caminos no puedo enviar
cartas ni telegramas. Hoy fui hasta Llallagua para llamarte por larga
distancia, pero encontré cerrada la puerta de Entel, un papel pegado en la
ventana decía que por falta de pago les cortaron la luz.
Te cuento que estoy jodido de
dinero, no me pagan desde hace dos meses. En la Hora del País, dijo el ministro
Mario Rueda Peña que mientras persista la huelga indefinida y el bloqueo de
caminos, no habrá sueldos; Lechín, explicó que el gobierno no tiene plata para
nada y que solo le queda imprimir más dinero para sofocar la crisis, el
presidente de los empresarios privados denunció que la impresión de billetes solo
acelerará la hiperinflación.
En este pueblo, los únicos que
tienen dinero son los comerciantes, se dan el lujo de prestar con el interés
del 10 y 20 por ciento, exigen la garantía de joyas, televisores y garrafas. La
señora de la tienda me da al fío los pocos productos que aún tiene: sardinas, azúcar,
fideo, té y cigarrillos Casino. Empeñé la guitarra, la estufa eléctrica que
compramos en Oruro y varios libros, vendí un par de sillas para tener algo de
dinero.
A pesar de la huelga, igual voy a
mi oficina, ordeno una y otra vez las cartas que esperan ser enviadas, limpio
las mesas, la repisa, los casilleros, barro y trapeo los pisos con agua y cera.
Ya nadie deja cartas ni tengo qué entregar, las últimas que envié se quedaron
en medio camino ¿cuántas habrán cambiado de color, de olor?, ¿cuántas palabras
estarán extraviadas?, ¿cuántos deseos se mimetizaron con las hojas
cuadriculadas?
Los mineros de todo el país están
en La Paz, dicen en la radio que rodearon el palacio de gobierno y que bloquean
todas las calles, que los mercados están cerrados, que el estruendo de los
cachorros de dinamita ensordeció a los jubilados que descansan en la plaza
Murillo. Esta mañana, en la Panamericana dijeron que hicieron reventar una
dinamita en la casa de un ministro y que intentaron secuestrar al embajador de
Perú.
En Siglo XX se quedaron los
mineros más viejos y algunos ingenieros que no pudieron volver a Potosí. Las
amas de casa preparan comida y la reparten en la plaza, los profesores están en
huelga de hambre, denunciaron que hace tres meses no les pagan el sueldo.
Tengo hambre… estoy cansado de
comer sopas de avena y triguillo que me regalaron los curas, cocino con
cebollas, papas, acelgas y zanahoria; felizmente, gracias al frío, tardan en
echarse a perder. Sé que debo ahorrar y poner a la olla lo necesario para un
plato que debe alcanzar para el almuerzo y la cena.
Añoro esos días cuando nos
dábamos el lujo de escoger el menú en la puerta de las pensiones, tú me
convencías que mejor bajemos a Obrajes a comer en una buena pensión, aunque fuese
más caro.
Son las dos de la mañana, hace
dos horas cortaron la luz. Desde hace tres meses solo tenemos electricidad de
seis de la tarde a diez de la noche. Te cuento que ya me acostumbré al silencio
de las velas, al crujir de la puerta, a los pasos cansados que pasan por la
calle, me acostumbré a la mirada porfiada de este gatito que vive conmigo;
recuerdas, nos siguió desde la puerta del cine, cuando volvíamos de ver Kramer
vs Kramer. Ahora es mi compañero, está más grande y renegón, se acostumbró a
entrar a mi cuarto a partir de las seis de la tarde, duerme en la cama y cuando
me acuesto, él se acomoda en un pedacito de la almohada. Se llama Lukas, con K.
Este invierno será más terrible
de los que pasamos juntos. El acostumbrado charco de agua que corre por la
calle amanece congelado, se convierte en pista de patinaje. Cuando estoy yendo a
la oficina mi cabello mojado se escarcha en cuestión de segundos, para
calentarme un poco me detengo frente al sol, la gente que transita por el lugar
lanza una sonrisa al observar cómo se desprende el vapor de mi cabeza que se
proyecta en la pared y se eleva hasta el sol.
Intentaré dormir, mi añorada Lili;
entretanto, tarareo la canción de Pablo Milanés que asentaste en mi brazo
izquierdo, antes de partir a La Paz…
Propongo disfrutar esta jornada inquietando tu gusto en dos sentidos, una
palma que bata en tus oídos y un cocodrilo verde en tu mirada…
Chao
Lili.
15 de junio de 1985
Lili, …querida:
Las cosas están más tranquilas
desde que el presidente fue obligado por la iglesia y los partidos de derecha a
acortar su mandato. Ahora, todos hablan de las elecciones y hacen apuestas
sobre quién ganará. Ya no nos molesta hacer fila por todo y por nada ni nos
sorprende ver trepar los precios como la espuma y olvidamos esperar con ansias
el salario que nunca llega; lo bueno, a pesar de todo, es que volvieron las
cartas, la gente nuevamente envía correspondencia y Entel rehabilitó el servicio
de telegramas; incluso, hasta se puede llamar a larga distancia, lastimosamente
no puedo hablar contigo porque cierran a las seis; para entonces, nadie está en
la casa porque tú retornas a las siete. Como ves, por ahora solo nos queda
comunicarnos por cartas.
Falta un mes para las elecciones
generales, la campaña cada día es más intensa a pesar de la amenaza del
sindicato de no permitir que los candidatos de derecha pisen los centros
mineros, todos los reciben con apretones de mano y calurosos abrazos. El otro
día estuvo Banzer, congregó a mucha gente en el coliseo, me llamó la atención
su cuerpo de seguridad, exparamilitares levantaban sus armas como si se tratara
de una revolución, no faltó uno que lanzó dos o tres disparos al aire, lo raro
es que la gente no se asustó, más bien comenzó a aplaudir. Una noche antes,
pegaron por todo el campamento afiches con el rostro del exdictador, ya no
lleva uniforme, viste saco y corbata; su eslogan “Orden, Paz y Trabajo… Ahora
sí, Banzer presidente”, al parecer muchos tenían guardado un cariño especial al
coronel; pero, tal vez solo se trate de expresiones de esperanza, aunque ella
esconda una guillotina.
Hace algunos días, mientras
esperaba en la fila del gas, una señora se preguntaba ¿Qué nos dio la democracia
por la que tanto hemos peleado?
-Nada, nada, solo pobreza. -Musitó
otra señora de expresión aburrida, que se hacía a la desentendida.
Víctor Paz estuvo hoy, por fin
pude conocerlo en persona, tenía razón mi abuelita, su aspecto es similar a la
de un mono, aunque ella lo llamaba con cariño “el monito”. La familia de mi
madre es emenerista por tradición, desde el colgamiento de Villarroel; en
cambio, la de padre, es liberal; aunque ese partido ya no existe, recuerdan con
nostalgia a uno de sus más destacados dirigentes, el tío Luis, los
villarroelistas lo mataron en Chuspipata en diciembre de 1945; desde entonces,
odian a los izquierdistas y emeneristas. En la última carta de mi padre, me
comenta que está apoyando a Banzer.
Durante su proclamación, me
extrañó no escuchar el tradicional himno del MNR “Viva el movimiento, gloria a
Villarroel…” fue sustituido por otro “De tu voto depende que esto sea una
solución”. En los afiches resalta el colorido arco iris con un cielo azul de
fondo; a un costado, está la serena sonrisa del estadista que tiene levantado
el brazo derecho, formando con los dedos de la mano la V de la victoria, de donde
se desprende sutilmente la paloma blanca que lleva en el pico una pequeña margarita.
El coliseo estuvo lleno de palliris, mineros y campesinos del norte de Potosí; al
finalizar, el candidato a la vicepresidencia, Julio Garret, prometió un futuro
promisorio para los bolivianos y Víctor Paz aseguró tener la fórmula precisa
contra la crisis económica, por lo que juró solemnemente solucionarla desde el
primer día de su mandato. Un minero se acercó, le puso el guardatojo y una
guirnalda rosada, lo abrazó y le pidió, entre lágrimas, comida y salarios
justos para los mineros.
Luego, la algarabía se desbordó y
entre cánticos la caravana recorrió todo el pueblo. Después supe que los emeneristas
no quisieron quedarse a almorzar, de inmediato emprendieron el viaje a Potosí
en vagonetas Toyota.
Este fin de semana llegará Jaime
Paz; el mismo día, el Toño Araníbar estará con su frente FPU (Frente del Pueblo
Unido) y creo que el lunes llegará el candidato del oficialismo (MNRI), Roberto
Jordán Pando.
No hay duda que Paz Estensoro o
Banzer será el nuevo presidente, lo que aún es una incógnita es cómo
solucionarán tamaña crisis. El otro día, Guillermo Lora se reunió con los
mineros y les dijo que cualquiera de los dos cerrará las minas y despedirá a
todos los trabajadores. Me dijo después, mientras rotulaba una carta, que
aliste mis trastes porque con seguridad el próximo gobierno despedirá a los
empleados públicos de los centros mineros.
La verdad no me preocupa quedarme
sin trabajo, ¿para qué tener uno, si lo poco que te pagan solo sirve para cancelar
deudas? … querida Lili, esto no es vida, en este rincón del mundo sobreviven
los que pueden. A nadie le importa que estemos con hambre, que los chicos siempre
encuentran cerrada la escuela, que cada día se hallen cuerpos calcinados por el
frío a los pies del desmonte, que las amas de casa hagan hervir hueso blanco
para dar consistencia a su sopa amarga; a nadie le importa ni siquiera a los
dirigentes de la COB, menos aún, a los políticos. Te confieso que podría soportarlo todo,
aceptaría aun con estoicismo y valentía esta situación si no me sintiera
forastero en este lugar, un extraño que no entiende los rituales ni la manera
grosera de amar la vida que tienen los demás… no estás aquí para calmar mi
rabia y regar con tu sed mi obnubilado jardín.
Ojalá falte poco para volverte a cantar
al oído las estrofas de nuestro amado Charly que debe estar riéndose de
nosotros detrás de alguna ventana, puesta en el sur.
Quiero verte desnuda el día que desfilen los cuerpos que han sido salvados,
nena, sobre alguna autopista que tenga infinitos carteles que no digan nada; y,
realmente, quiero que te rías y que digas que es un juego nomás...
Chao
Lili, besos.
Hola,
querida Lili:
Ya
tenemos un nuevo presidente, debes estar feliz… aunque tu partido no ganó las
elecciones con la mayoría de votos, Víctor Paz será nuestro presidente. Aquí,
el MNR ocupó el segundo lugar, ADN se impuso con mucho, el único partido de
izquierda que sacó algunos votos fue el MIR. Quién diría que un exdictador gane
en un centro minero que se autodefine con reserva moral del pueblo. Días antes
a las elecciones, llegó Filemón Escobar para exhortar que votemos por el mal
menor, no dijo exactamente quien era, me parece que, entrelineas, se refería al
MNR.
No
quiero abatir tu alegría con las historias de Siglo XX, Llallagua, Catavi y
Uncía…, no tengo mucho que contar porque ya no camino observando los detalles
de alrededor ni presto atención a las conversaciones que ingresan a mi trabajo
y recorren las calles, el mercado y la pensión.
En la radio dicen que hay que tener fe en el
futuro, pero el tono de voz del radialista esconde otra cosa, se niega a
explicar que mientras la cotización de los minerales esté por los suelos, los
días de la Comibol están contados, eso significa -irremediablemente- despidos y
el éxodo de este pueblo; pero claro, los dirigentes alimentan la esperanza con amenazas,
al decir que si el nuevo presidente intenta cerrar las minas pondrán el pecho a
la bala para proteger su fuente de trabajo. ¿será que le doblan la mano al mono
Estensoro? No creo, no por la mano dura que pueda imponer el gobierno, más bien
porque el pueblo está cansado. ¿Para qué vivir así, amarrando el estómago
mientras finges dormir? Preferible es mudarse a otro infierno.
Lukas dejó
de caminar por los tejados, ya maduró, ahora me acompaña al trabajo colgado de
mi hombro, le doy un poco de carne cruda y en la noche come parte de mi sopa,
luego se duerme en mis piernas, mientras arreglo los cassettes y escucho
música.
Por
fin pude unir los pedazos de cinta que los tenía guardados en una caja de zapatos,
en realidad no recordaba que grabé ahí, ¡sorpresa! se trataba de Pink Floyd, un
disco maravilloso: “Oscurecido por las nubes”, cuántas veces escuchamos ese
cassette en la casa de tus padres y en mi cuarto, fueron lindos momentos,
disfrutábamos de la música sin analizarla ni comentarla, solo nos dejábamos
llevar por la emoción, así aprendimos a meditar e intentar llegar al nirvana,
nunca lo logré ¿tú pudiste cruzar el umbral?
El
gato está llorando, quiere que me acueste de una vez, le haré caso; de lo
contrario, se enojará e irá a descansar a otro lado. Tú sabes que no duermo con
facilidad, apago la luz y recuerdo canciones e imagino cantarte despacito para
no desentonar…
¿Te
acuerdas de la canción de Piero Dos horas de polvo?, estoy tratando de recordar
la letra para cantarla cuando te vuelva a ver, como ese día cuando viajamos a
Copacabana y al ver el ancho lago, imaginamos estar en el mar.
Dos horas de polvo para atravesar casi un desierto y finalmente el mar, mi
amor es del mar más que de vos… y hoy no estoy más seguro que ayer sin saber
bien todavía porqué te busqué y hoy no estoy más seguro que ayer sin saber bien
todavía porqué, porqué… te encontré.
Chao
querida Lili, un beso.
Telegrama
6 de
septiembre de 1985
Lili:
Me
despidieron, vuelvo a casa con el Lukas.
Espérame.
Andrés
Javier
Calvo Vásquez
8 de julio
de 2025
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