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Entradas

ROCÍO

  Sus manos están erosionadas. Manchas negras ondulan por sus huesos, dejan ver grietas extendidas; dedos temblorosos, uñas largas y gruesas. Así la encontré. Ella me enseñó a fumar, “como los machos debes hacerlo”, decía, ponía el cigarrillo en los labios, cerraba los ojos y aspiraba por largos segundos hasta que el último aliento abría un pequeño espacio en la boca de donde escapaba el humo gris, se elevaba una catarata desafiante a la gravedad. Las comisuras flexionadas mostraban una leve sonrisa. Rocío le decían sus amigos, pensé que así se llamaba; pero no, una noche -en una de las acostumbradas caminatas que solíamos hacer por la ciudad- me contó que sus padres la bautizaron como Cecilia; pero, como en la escuela muchas se llamaban así, decidió presentarse como Rocío. -¿Cómo el rocío de la mañana? le pregunté. -No, más bien como la Rocío de una película japonesa que vi cuando fui niña. Ella aprendió a tocar el violín después de reconocer que su mente tenía un modo par...
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ADIÓS QUERIDO HIJO (LUCHITO)

  Gracias querido hijo, porque sí eres mi hijo, no cabe duda. Mi eterno compañero, el que me esperaba detrás de la puerta, el que lloraba de emoción al verme, aunque haya pasado cinco minutos de mi ausencia. gracias querido luchito por el amor que me regalaste. Hoy mi corazón está destrozado, tu respiración aún resuena en mí, tu mirada de amor, esa que solo tú sabías dar. Te amo mi querido hijo. Te confieso que me siento muy solo sin ti, quiera decirte tantas cosas, pero solo atino a llorar

LA TROMPETA DE FELIPE

  Lo acusan de robar una radio National, una plancha Phillips, una máquina de escribir marca Royal modelo 1951 y un tocadiscos Pioneer de dos velocidades. Lo detienen en la puerta del colegio dos policías de civil. La directora interrumpe violentamente la clase de música y solicita al profesor dar permiso al estudiante Cabrera para encontrarse con sus padres que lo requieren en la puerta del establecimiento. Felipe, antes de salir, guarda los cuadernos, las carpetas y libros en el compartimento del pupitre y se retira peinando -con los dedos de uñas largas- sus encrespados cabellos negros. La maestra lo acompaña hasta la puerta de salida y, sin esperar que Felipe se despida como suele hacerlo todos los días, cierra el portón de madera con tal fuerza que el eco tosco revota como pelota de ping pong entre las paredes de ladrillo. Al pie de la acera, endereza la mirada para buscar a sus padres; en eso, una mano ancha y sudorosa agarra el brazo de Felipe y sin dar tregua ni tiempo ...

No estoy con autismo, SOY AUTISTA

La Asamblea General de las Naciones Unidas determinó que hoy, 2 de abril, el mundo dedique su tiempo a informar o, si se quiere, a socializar sobre lo que es el autismo; no obstante, cada año los padres de familia, los psicólogos, los profesionales que trabajan con la comunidad autista, los medios de comunicación y las instituciones hacen precisamente todo lo contrario: desinforman. Esa gente habla por los autistas al presentarnos, desde su mirada capacitista, como enfermos a los que hay que ayudar para que logremos adaptarnos al entorno social; es decir, para que seamos personas “normales” y desarrollarnos como tales; prueba de este simplismo académico es definir al autismo como trastorno. Sobre lo anterior, rechazo vehemente esa orientación patologicista que expone al autismo como una enfermedad; por el contrario, reivindico categóricamente que no tenemos autismo, no somos personas con autismo, más bien SOMOS seres humanos AUTISTAS, hay una gran diferencia semántica entre el ser (qui...

Vacaciones

  Esperaba la vacación de fin de año porque -por alguna razón que aún desconozco- en ese lapso se extinguían las miradas que durante el año me seguían (así lo sentía) y parecían abandonar su interés en mí; entonces, caminaba más suelto, me detenía a contemplar los escaparates, los letreros luminosos y parado frente a los pequeños árboles de la ciudad, mis ojos convertían a las ramas en un frondoso bosque, al rato ya estaba escondido entre ellas, era como salir del mundo o estar detrás de la ventana. Con las horas comprendí que era más fácil subir que bajar, contrariamente a lo que sucede en otras circunstancias. Valían todas las excusas para salir a la calle sin que medie la obligación de ir al colegio o buscar una tarea. Transitar sin rumbo, arrastrar los dedos por las paredes y detenerse frente a las puertas y ventanas abandonadas donde fisgoneaba por las grietas; alguna vez empujé la puerta e ingresé con cuidado, del techo colgaban tejas, paja y cañahueca; las paredes de adobe...

CUANDO ESTÉ AFUERA

    Lo primero que hizo fue entrar al baño, se quitó la visera descolorida que llevaba la inscripción borrosa MIR-NM y el perfil de un gallo azul. Sí, se la quitó y la depositó en el tacho de basura. Subió lentamente la mirada y vio su rostro después de diez años. Cumplió la promesa de verse únicamente cuando esté afuera. Los párpados inflados parecían aplastar a los achinados ojos de color café que, al verlos detenidamente, distinguió el fluir de la sangre: Antorcha de fuego marchito que desespera ante el inminente vacío . Sus labios deshidratados perdieron el color, la forma y el deseo. El cuerpo famélico cubierto por la tiznada y erosionada piel. Dejó caer el pantalón de poliéster, la polera roja desteñida y el corpiño con elásticos deshilachados que reprimía a sus lánguidos senos.   El filo de la cadera desnuda había fugado del calzón percudido, quebrado y en desuso. Luego de verse por algunos minutos en el espejo, cerró los ojos, frunció los labios al expulsar una mu...