A veces la bronca y el desconsuelo ayudan a decidir, no importa si
esa decisión fue la correcta o errada, lo urgente es correr el riesgo, “…como
cambiar de calle, como volver a empezar”. Y es cierto,
la cotidianidad nos permite confrontar a un mundo que presenta
variedad de opciones, pero sólo una tenemos que tomarla, porque sólo ella podrá
cambiar el rumbo de nuestra vida, y así, pasamos decidiendo, apostando,
cambiando el lugar de nuestros pasos.
Que suerte la mía, aposté tanto y tantas veces, que ahora no
recuerdo por donde quería caminar, muchos deseos se quedaron por ahí, cuantas
cartas no fueron enviadas y cuantas palabras no fueron pronunciadas, sólo una
decisión las canceló, aquella que no permite volver. Si podríamos girar atrás
con las ganas de hoy, quizás no valdría la pena esperar. Me vienen a la memoria
los versos de Silvio Rodríguez, “Si fuera 10 años más joven que feliz
y que descamisado el tono de decir, cada palabra desatando un temporal y
enloqueciendo la etiqueta ocasional, los años son pues mi mordaza, OH mujer, se
demasiado que me convierto en mi saber, quisiera haberte conocido años atrás, para
sacar chispas del agua que me das, para empuñar la alevosía y el candor y saber
olvidar… mejor”.
Este camino de decisiones ha enseñado asumir posiciones cínicas,
esas que logran sacar de los labios a la bronca, al desprecio, a la arrogancia,
al no intentar ser bueno, porque no siempre es aconsejable dejarse llevar por
la sensibilidad, a veces es necesario mandar al carajo para sentirse
-aunque por un rato- libre y en paz. Ese tipo de decisiones también han
cambiado muchas vidas, benditos aquellos que supieron decir NO a pesar de
estar pudriendo al corazón.
Ahora, es mejor vivir con alegría, asumir que la bolsa de
decisiones nos trajo hasta aquí “somos pan y somos sal”, que sensación más
hermosa es aquella que consigue tirarnos en la cama, mirar al techo y luego
sonreír, es cuando todas las deudas fueron canceladas, esa sensación que empuja
a salir al mundo sin importar lo que pase porque ya nada afecta, el dolor, la
soledad, el ruido y el sin sabor fueron cancelados. Qué lindo es sentirse así,
que lindo es asumir que eres libre, que estás en paz.
2009
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