No quiero estropear tu partida,
no quiero que mi grito te llame
ojalá no voltee tu rostro...
allá a lo lejos quizás se esté mejor
Sólo guardaré un poco de tu sal
tus odios los cuidaré
seguramente mantendré los reproches
que un día te lancé
y con orgullo, alevosía y prepotencia
diré a todos los amigos
lo cabrón que fuiste
pero también obligaré a todos
recordar que un día nos oíste
a pesar que fingías estar en otro lado.
Para los amigos que partieron...
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