es el mismo brillo, los mismos ecos
y la misma estupidez.
quisiera que el tiempo se traslade
a las orillas de mi ciudad
ahí los vientos son distintos
cada día, cada aliento y cada sudor
no es medido
la alegría y la pesadez guardan
paciencia pero también rebeldía
quiero que el tiempo pase al otro lado
quizás así los que estamos en el centro
empecemos a caminar
quizás sin ese brillo podamos volver a ver
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