Estábamos tragando la respiración,
y sacando brillo a la sombra,
esperábamos, desde lejos,
que tu discreta mirada finja no vernos
estábamos callando a los tambores,
tapando a las trompetas,
impidiendo los aplausos,
trepando cornisas,
lanzándote nuestro último boleto.
Ahora, el eco de la trompeta
es más pequeño,
ahora, el silbido de tus tacones perdió su ritmo
ahora, aún estamos aquí, esperando que tu discreta mirada termine de
voltear.
2010
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