Vinicius De Moraes, músico excelso, icono de la música brasileña, poeta, periodista, diplomático... y casado 9 veces, nace en 1913 en La Gavea, Brasil. Con 14 años compone su primer tema, pero deja la música hasta 1952. 1933. Acaba Derecho (nunca ejerció), trabaja de periodista y edita su primer libro de poemas. 1938. Estudia Poesía en Oxford. Vuelve a Brasil al comenzar la Segunda Guerra Mundial, y será vicecónsul en Los Ángeles. Vuelve a Brasil como periodista. 1953. Vuelve a componer, y lo destinan a la embajada de Brasil en París hasta el 56 (dicen que “trabajaba” en el bar, junto a su eterno whisky). 1956. Conoce al magno Antonio Carlos Jobim, al intentar llevar Orfeu De Conceiçao (futuro Orfeo Negro) al cine. Su unión sacude la base de la música brasileña. Con Joao Gilberto crean el movimiento musical (y hasta social) más importante de Brasil: la bossa nova. 1962. Vinicius y Jobim componen el inmortal, Garota de Ipanema. Tardíamente, Vinicius decide cantar en público. 1964. Trabaja con Baden Powell. 1968. Expulsado de la diplomacia, vive sólo para la música y poesía. 1970. Conoce al mejor y más íntimo parcero, el gran Antonio Pecci Filho, Toquinho. Su unión durará 11 años y casi 30 discos, y su amistad, el resto de sus vidas. Vinicius compone las letras y Toquinho la música, y a veces los textos. Fue una relación cómplice, una dependencia mutua, fructífera y muy, muy divertida. Y Toquinho es el único músico de su generación que compuso con Vinicius.
No puedo
No es posible.
Díganle que es totalmente imposible
Ahora no puede ser.Es imposible.
No puedo Díganle que estoy tristísimo, pero esta noche no puedo ir a su encuentro.Cuéntenle que hay millones de cuerpos por enterrar.
Muchas ciudades por reconstruir, mucha pobreza en el mundo;Cuéntenle que hay en alguna parte del mundo una criatura llorando.
Y las mujeres están volviéndose locas y hay legiones de ellas que torturala nostalgia de sus hombres; cuéntenle que hay un vacíoen los ojos de los parias, cuya inanición es extrema; cuéntenleque la vergüenza, la deshonra, el suicidio, rondan el hogary que se quiere reconquistar la vida
Vinicius de Morais
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