Giran los sueños
por la inquietante mañana
las risas aún se dejan escuchar
y es el cansado pedalear de Fidel
que desequilibra el sueño de Reco (el perro de la calle)
Mientras aumentan los pasos en la vereda
y la curiosidad de mi gato araña las cortinas
mi voluntad deja caer al cansancio.
Es mejor quedarse en la cama
y terminar de convencer a la almohada
que mantener los dedos adormecidos en el control remoto.
Esta absurda colección de imágenes
de palabras que corren por las calles,
me han llevado a recrear historias
distracciones del alma, decía mi padre,
que sacan del insomnio motivos
ciertos para abrazar los detalles
dispersos que no pretenden ser recuerdos
motivaciones o escusas.
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