
En 1980 Luis Alberto Spinetta grabó un disco en vivo en el Sur de Argentina para un auditorio relativamente pequeño, en aquella oportunidad, junto a su grupo Invisible, presentó varias canciones que luego serían de algún modo referentes de su discografía, también otras que quizá por lo densidad de las letras nunca fueron muy "populares". Spinetta acostumbraba a hablar al público en una especie de explicación sobre laS motivaciones que le llevaron a componer la canción, por eso pedía al público que lo escuche, que entienda cada verso y que no le interrumpa con aplausos, gritos y esas cosas que tal vez esporádicamente siempre salen en los conciertos, quizá por eso se ganó la fama de irritable, malhumorado y otros adjetivos que la prensa se encargó de difundir. Así era Spinneta, un poeta, un músico con una sensibilidad extraordinaria. A continuación les presento un estracto de algunas cosas que dijo en ese concierto y que de alguna manera dicen cómo era este singular artista:
“Quizá alguno de ustedes esté familiarizado con la literatura de un antropólogo mexicano Carlos Castaneda… no… bueno este señor becado por la Universidad de California realiza un viaje de estudio antropológico a una región de México donde habitan unos indios, los indios Yakis, quienes sorprenden -sobre todo uno de estos indios que es una especie de hechicero llamado don Juan- sorprende al antropólogo con una cantidad de vivencias que bueno… son un poco complejas de explicar acá y yo les recomendaría que si pueden por lo menos lean “las aventuras de don Juan” de Carlos Castaneda (aplausos) para, para…¿que soy Perón? (aplausos)… este…perdón lo que hablo lo hablo como estuviéramos en mi casa o en la suya,... no, no lo hablo para que me aplaudan porque no tienen sentido, las canciones sí, mejor si las aplauden”
Deseo compartir también con ustedes una de las canciones más hermosas que escuché de Spinetta, titula El anillo del capitán Beto, incluído en el disco Invisible.
El anillo del capitán Beto
Ahí va el Capitán Beto por el espacio
con su nave de fibra hecha en Haedo
ayer colectivero
hoy amo entre los amos del aire.
Ya lleva quince años en su periplo
su equipo es tan precario como su destino
sin embargo un anillo extraño
ahuyenta los peligros en el cosmos.
Ahí va el Capitán Beto por el espacio
la foto de Carlitos sobre el comando
y un banderín de River Plate
y la triste estampita de un santo.
¿Dónde está el lugar
al que todos llaman cielo?
Si nadie viene hasta aquí
a cebarme unos amargos
como en mi viejo umbral.
Por qué habré venido hasta aquí?
si no puedo más de soledad
ya no puedo más de soledad.
Su anillo lo inmuniza de los peligros
pero no lo protege de la tristeza
surcando la galaxia del hombre
ahí va el Capitán Beto, el errante.
¿Dónde habrá una ciudad
en la que alguien silbe un tango?
¿Dónde están, dónde están
los camiones de basura
mi vieja y el Café?
Si esto sigue así como así
ni una triste sombra quedará
ni una triste sombra quedará.
Ahí va el Capitán por el espacio
regando los malvones de su cabina
sin brújula y sin radio
jamás podrá volver a la tierra.
Tardaron muchos años hasta encontrarlo
el anillo de Beto llevaba inscripto
un signo del alma.
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