Es una macana este oficio de recordar a los artistas cuando ya están lejos, cada vez son más frecuentes las noticias sobre la muerte de quienes entre los 60, 70 y 80 tuvieron un rol importante en la producción musical. La lista crece y nos quedamos escuchando sus canciones mientras dura el recuerdo, seguro mañana otra noticia vendrá que nos obligará a cambiar de disco y motivos para rendir tributo.
Él fue pieza fundamental en mi encuentro con el gusto de leer y escuchar a la irreverente y transgresora poesía (más escuchar que leer). Fue a mediados de 1986 que un amigo (Luis) me invitó a escuchar esas canciones que sonaban a viejo porque rompían en mí la definición de lo bello, esa música tenía semejanza a las canciones que escuchaba mi madre, entonces un chico de 16 años no podía cortar su lógica generacional ni rebeldía comprada. Sin embargo debo agradecer a la paciencia, a los portazos, a la dificultad de lograr la empatía de los demás, a la soledad, a no tener muchos amigos, a la bronca contra la verdades absolutas y mentiras disfrazadas, agradezco a mi antiguo sueño de perderme en el mar, que me forzaron a conocer –mejor- a Gian Franco Pagliaro. Mientras él sólo era recordado por “Un ramito de violetas”, entre Luis y yo habíamos empezado a recorrer y estudiar cada uno de sus discos, como melómanos desesperados preferíamos no comer, comprarse un pantalón o salir con los amigos y más bien reunir el dinero para acceder –de algún modo- a los cassettes de Pagliaro. Entonces afanosamente ibámos a escuchar aquellas canciones que, de algún modo, definieron nuestra identidad.
Sus canciones no se asemejan al romanticismo de frases repetidas, que por entonces todos nos tenían acostumbrados, pero tampoco se enredaba en metáforas perdidas en el abstraccionismo, sus letras son hermosas porque son sinceras y son eso porque perdieron el miedo: "Cómo explicarte que te quiero/ aunque te hiera sin motivo/ solo porque me va muy mal/ tan mal que a veces amor mío/no tengo ganas de besarte...”, "Un buen día, día de fiesta, mande a todos a la mierda a los pobres y a la izquierda..." "A veces viene bien hacer todo al revés, vivir y nada más, sin mañana ni ayer/ a veces viene bien cantar otra canción".
Claro que han pasado muchos años y de cuando en cuando sacó los cassettes TDK, donde aún siguen aguantando las canciones de este trovador. Una de ellas es "Declaración", que en realidad es una poesía recitada, que de algún modo resume su personalidad transgresora, anarquista y liberal, quizás el amable lector encuentre alguna similitud con una poesía de Borges, los grandes también coinciden en sus intencionalidades y aflicciones.
Hoy en el día de cualquier año
en el año del cualquier siglo
en mis plenas facultades mentales y físicas
en mis plenas facultades mentales y físicas
y asumiendo cuando digo y escrito
declaro, que me declaro culpable
culpable de todo lo que no hice
de todo lo que no he visto ni oído
de las palabras que no dije a tiempo
de las otras que nunca aprendí
me preocupé por cosas que jamás sucedieron
y pasé gran parte de mi vida en sitios equivocados
en horas equivocadas, con gente equivocada
declaro que llegué tarde a todas las citas
que no estuve nunca antes en ninguna parte
que encontré la primavera florecida
la tierra de partida y el cielo prometido
que todo lo que tengo es menos de lo que me falta
que lo que creía, no lo creí después
que cometí el peor de los errores
soñé en un mundo de castillos
Declaro también
que no hay nada más cierto que nuestro pasar por la vida
ni nada más falso que nuestra vida al pasar
que es feliz aquel que no quiere nada
que no sabe nada, que no se pregunta nada
y que no se da cuenta de nada
y que de una mano temblorosa
puede caerse el amor que hay en ella
que todo lo que no se da, no se acumula se pierde
de todos somos al fin de acabo
esclavos de algún vicio o de alguna virtud
que he sido fiel solamente a mis dudas
Y que el hombre más libre que conocí
iba atado al corazón de una mujer.
culpable de todo lo que no hice
de todo lo que no he visto ni oído
de las palabras que no dije a tiempo
de las otras que nunca aprendí
me preocupé por cosas que jamás sucedieron
y pasé gran parte de mi vida en sitios equivocados
en horas equivocadas, con gente equivocada
declaro que llegué tarde a todas las citas
que no estuve nunca antes en ninguna parte
que encontré la primavera florecida
la tierra de partida y el cielo prometido
que todo lo que tengo es menos de lo que me falta
que lo que creía, no lo creí después
que cometí el peor de los errores
soñé en un mundo de castillos
Declaro también
que no hay nada más cierto que nuestro pasar por la vida
ni nada más falso que nuestra vida al pasar
que es feliz aquel que no quiere nada
que no sabe nada, que no se pregunta nada
y que no se da cuenta de nada
y que de una mano temblorosa
puede caerse el amor que hay en ella
que todo lo que no se da, no se acumula se pierde
de todos somos al fin de acabo
esclavos de algún vicio o de alguna virtud
que he sido fiel solamente a mis dudas
Y que el hombre más libre que conocí
iba atado al corazón de una mujer.
http://www.goear.com/listen/029c2cb/declaracion-gian-franco-pagliaro
"No es fácil ser inteligente y banal al mismo tiempo y cursi y profundo y también comprometido y superficial, ser anárquico y respetar códigos y normas, musicalizar a Neruda, componer algún temita para sobrevivir e intentar un poema. No es fácil trazar el propio camino a la vera de los caminos establecidos, reunir en el mismo escenario todos los “yo” que habitan en uno.”
Gian Franco Pagliaro
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